Si en tu mente está la adquisición de cajas de plástico es importante que consideres los pros y contras de esa compra, pues no querrás terminar con algo que realmente no te sirve.
Estos factores a considerar usualmente van desde el color, tamaño y diseño de la caja de plástico, sin llegar a tomar en cuenta una parte tan esencial como la tapa de esa caja.
En el reino de las cajas de plástico existen dos tapas comunes: las tradicionales o las tapas de plástico con bisagras.
La primera simplemente embona en el cuerpo de la caja, a diferencia de la segunda cuyo perímetro lateral ya está adherido a la caja por una serie de bisagras, posible de abrir al tomar desde el medio las secciones de la tapa que unen una mitad con la otra.
A pesar de sus diferencias ambas proporcionan grandes beneficios al contenedor y todo aquello que se almacene en su interior.
Para facilitarte la elección de caja de plástico con tapa o bisagra, a continuación te presentamos 4 elementos a valorar en el proceso de elección.
1.- Resistencia
En artículos pasados te hablamos acerca de las cinco razones por las que elegir almacenar tus objetos dentro de cajas de plástico era la mejor opción.
Una de esas razones es el factor de resistencia pues al ser fabricadas en polietileno de alta densidad, el cuerpo del contenedor es rígido, resistente a golpes e incluso a ciertas temperaturas.
Si escoges cualquier tipo de caja de plástico independientemente de si su tapa es tradicional o con bisagra, su cuerpo será de este material duro.
Ahora ¿esa resistencia se extiende a la tapa? En cierto modo sí, como se desea que al insertarse tapa la totalidad de la caja tenga esta resistencia, estos dos tipos serán fabricados en polietileno de alta densidad, para garantizarlo.
La excepción está en las cajas de tapa tradicional que sí son resistentes, pero un poco menos rígidas en comparación al resto del cuerpo, esto en algunos casos con la intención de facilitar la manipulación de la tapa al colocarla sobre la caja.
En cambio las cajas de plástico de bisagras al tener ya adherida la tapa, no es necesario hacerla más flexible, al contrario, una vez unidas se busca crear la ilusión de un contenedor del mismo material rígido y sin entradas.
2.- A prueba de derrames
El propósito de una tapa en una caja de plástico, ya sea tradicional o de bisagra, en este caso, es garantizar que nada salga y nada entre, sobre todo si se trata de líquidos.
La caja de plástico con tapa tradicional cuenta con un sistema de succión que impide la entrada y salida de líquidos, polvo y demás elementos.
Lo mismo sucede con la caja de plástico con bisagras, al estar adherida la tapa y cerrarse desde el medio por un mecanismo de unión, los derrames y entradas de agentes externos son mínimos.
Ahora pongamos el supuesto de que la caja se vuelca, ambas tapas seguirán firmes en su puesto.
La situación de probabilidad está en que tal vez la tapa tradicional se levante un poco y expulse su contenido o algo se derrame por los huecos de las bisagras.
3.- Limpieza
Asegurar que tus cajas de plástico incluyendo las tapas estén impecables es muy importante, sobre todo si piensas utilizar la caja para almacenar productos que luego tendrán contacto con el consumo humano.
La ventaja de la tapa tradicional es que está separada del cuerpo de la caja, permitiendo mayor libertad de limpieza.
Lo anterior no sucede con las tapas con bisagras, que al estar adheridas al cuerpo de la caja de plástico y demás mecanismos de unión en el medio de la tapa, la limpieza puede llegar a ser un poco más complicada, pues se necesitará paciencia para limpiar cada ranura.
Pero eso sí, hay más probabilidades de perder una tapa tradicional, dado que se puede quitar y poner, a diferencia de un caja con bisagra, cuya tapa ya viene adherida.
4.- Mayor seguridad
Una posibilidad es que decidas adquirir cajas de plástico para usarlas en casa, y si tienes pequeños en tu hogar, el que esas cajas de plástico sean seguras debe ser una prioridad.
En este caso, cuando hablamos de seguridad nos referimos a dificultad de apertura de esa caja, impidiendo así que niños tengan acceso a su contenido para cuidado de su bienestar, por ejemplo al almacenar detergente dentro de la caja de plástico.
En está situación las cajas de plástico con tapa tradicional vendrán con desventaja, pues es sencilla de quitar, la opción sería asegurarte que la caja se encuentra fuera del alcance de los más jóvenes.
Pero la caja de plástico con bisagras, resulta un poco más difícil de descifrar, y por lo tanto una mejor opción si no tienes un lugar apartado donde almacenarla, ya que se abre desde el medio de la tapa y no es tan evidente el lugar de unión de las dos mitades.
Si bien hemos visto factores importantes a considerar para elegir la tapa de la caja de plástico. Recuerda que la elección es tuya y aún quedan decisiones por tomar como el tamaño, precio, color y peso de esa caja de plástico.
Eso es todo por hoy, quédate al pendiente de nuestro próximo artículo para saber más acerca de los usos y beneficios de las cajas de plástico.
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